FUNDAMENTACIÓN



A continuación presentaré los conceptos claves que sustentan mi proyecto, los cuales fueron retomados de diversos artículos de  libros y programas de estudio  además con algunas de las ideas que surgen a partir del análisis de la información recabada durante el diagnostico y la aplicación del proyecto.
1.      Introducción a las emociones
Durante toda la vida del ser humano, las emociones ocupan un lugar primordial como principal fuente de experiencia y sensación en cada una de las actividades que realiza, brindándole un valor determinado a cada conducta en cada momento.
Las emociones nos acompañan a lo largo de  toda la vida y nos ayudan a diferenciar aquello que es peligroso para nosotros de lo que es amistoso, lo que nos aburre de los que nos interesa, lo que preferimos y lo que rechazamos, lo que anhelamos y lo que aborrecemos.
Pero ¿Qué ocurriría si no tuviéramos emociones? No podríamos sobrevivir, no detectaríamos el peligro, nuestra vida estaría vacía de amor y de ilusiones, no sentiríamos motivaciones por nada ni admiración por nadie, no aprenderíamos o el aprendizaje sería demasiado complicado al desaparecer la curiosidad y el deseo de buscar respuestas y explorar lo desconocido. Son tan poderosas que, si no aprendemos a convertirlas en nuestras aliadas, pueden ser nuestro peor enemigo (IBARROLA, 2018).
¿Qué son las emociones?
Hablar de emociones es hablar de fenómenos complejos capaces de abracar diferentes niveles de análisis. Empezando simplemente por la semántica podemos decir que el termino emoción proviene del latín emotio:”movimiento hacia”, expresando la idea de que en toda emoción hay implícita una tendencia a actuar con algún propósito, una tendencia a moverse en alguna dirección.
En el Diccionario de la lengua española se define como “una alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática”.
En el Diccionario de neurociencia, de Mora y Sanguinetti (2004) se define la emoción como “una reacción conductual subjetiva producida por la información proveniente del mundo externo o interno (recuerdos) de individuos. Se acompaña de fenómenos neurovegetativos. El sistema límbico es parte importante del cerebro relacionado con la elaboración de la conductas emocionales”.
Las emociones son, pues, fenómenos multidimensionales caracterizados por cuatro elementos: cognitivo (como se llama y que significa lo que siento), fisiológico (que cambios biológicos experimento), conductual (hacia donde dirige cada emoción mi conducta) y expresivo (que señales corporales lo expresan).
2.      Teorías sobre las emociones
Tras haber comenzado con una breve presentación del concepto de emoción, es conveniente hacer mención a las diferentes teorías que las han estudiado a lo largo de la historia, centrando las bases de lo que son y de su consideración en la actualidad.
Como principales teorías que han guiado la investigación sobre el desarrollo de las emociones, recogidas en Berk (2009) se destacan tres.

Por un lado, nos encontramos con la teoría del conductismo y del aprendizaje social. Según Jonh Watson, existen tres emociones innatas cuando se nace: el miedo, el afecto y la rabia. El mayor de los descubrimientos de este autor sobre las emociones fue que las reacciones ante estímulos novedosos podía ser aprendidas a través del condicionamiento clásico: muchos autores mostraron como la sonrisa, la vocalización y el llanto infantil podían ser modificados a través de refuerzos y castigos. Por otro lado, la teoría del aprendizaje social considera que las reacciones emocionales de los otros es un instrumento de los niños para que asocien sus sentimientos con situaciones particulares => las reacciones emocionales de los demás son una guía para que el niño asocie su propia reacción a esa situación concreta. A esto, Albert Bandura añadió que según iba evolucionando la habilidad de representación de los niños, estos podían activar de manera autónoma las reacciones emocionales únicamente pensando en las cargas emocionales experimentadas en el pasado. Estas dos teorías, sin embargo, tienen sus propias limitaciones puesto que no llegan a explicar por qué ciertas emociones surgen espontáneamente sin ser aprendidas.

Por otro lado, la teoría de la discrepancia cognitivo-evolutiva, de Donald Hebb, trata de explicar cómo los estímulos nuevos conducen a reacciones de dolor emocional. Explica el desarrollo emocional a partir de comparaciones de los estímulos novedosos con representaciones internas que los niños tienen guardadas sobre lo ya conocido: la similitud entre ambos es la que marca la reacción emocional que surge en el niño. Esta teoría es muy útil a la hora de explicar por qué el niño muestra tanto interés en la exploración de su mundo físico.

Y para terminar, la tercera teoría citada en Berk (2009) es el enfoque funcionalista que habla sobre la fuerza central de las emociones: sirven para la adaptación en todos los aspectos de la actividad humana. Nos encontramos así que las emociones son determinantes del procesamiento cognitivo, que nos llevan al aprendizaje, el cual es fundamental para la supervivencia; las emociones son determinantes de la conducta social en cuanto que las señales emocionales que emiten los niños pueden influir en la conducta de las personas de su entorno y viceversa; y por último que las emociones son determinantes de la salud física. Este enfoque funcionalista nos dice que el niño para adaptarse a su mundo necesita ganar gradualmente control voluntario sobre sus emociones. Pero a su vez, sus emociones se van socializando en función interactúan y se comunican en ese mundo, de tal manera

3.      Aspectos funcionales de la emoción
Actualmente se define que todas las emociones tienen un propósito y una función específica, por eso están grabadas en nuestro código genético.
Además de facilitar la adaptación de la persona a su entorno físico, la emoción también facilita la adaptación del individuo a su entorno social. Izard realizo una lista de cuatro funciones sociales de las emociones:
1.      Las emociones facilitan la comunicación de los estados afectivos a otras personas.
2.      Las emociones regulan la manera en que los otros reaccionan ante nosotros.
3.      Las emociones facilitan las interacciones sociales.
4.      Las emociones promueven la conducta prosocial.
4. Diferentes tipos de emociones
4.1 Emociones primarias
La diferencia que Damasio (2000) establece entre las emociones, lleva a este a definir las emociones primarias como “aquellas reacciones innatas, reorganizadas, del organismo ante un estimulo del entorno”.
Se consideran dentro de las emociones primarias: la ira, el miedo, la alegría, la sorpresa, el asco y la tristeza. Las emociones son impulsos para actuar, planes instantáneos para enfrentarnos a la vida que la evolución nos ha inculcado. Todas la emociones se relacionan con un conjunto de reacciones:
·         Ira: la sangre fluye hacia las manos facilitando así la utilización de ramas o el propinar golpes contundentes. El ritmo cardiaco se eleva y se liberan hormonas como la adrenalina, que disponen el cuerpo para la acción.
·         Miedo: hay una redistribución de la sangre en las partes indispensables en las acciones evasivas; puede haber una paralización repentina mientas se analiza un respuesta adecuada, pero, en suma el cuerpo está en un estado de máxima alerta. Es la emoción que garantiza la supervivencia.
·         Alegría: se inhiben sensaciones negativas o de intranquilidad. Parase que no hay reacciones filológicas relevantes, salvo una sensación de paz y calma corporal.
·         Sorpresa: levantar las cejas en expresión de novedad o sorpresa permite ampliar el campo visual y que llegue más luz a la retina; esto ofrece más información sobre el hecho inesperado, lo cual facilita cualquier análisis y permite idear el mejor plan de acción.
·         Asco: según lo ha sugerido Darwin, el gesto facial de asco aparece como un intento por bloquear las fosas nasales, en caso de probar alguna sustancia desagradable o que exista necesidad de escupirla.
·         Tristeza: tiene una función adaptativa en caso de una pérdida significativa. La tristeza desencadena una caída de la energía y el entusiasmo por las actividades de la vida, sobre todo por las diversiones y los placeres; frena el metabolismo del organismo e induce al aislamiento y recogimiento.
4.2 Emociones secundarias
Estas emociones están influidas por las normas sociales en las que hemos sido educados;. Por lo tanto, se valorarán de forma diferente en función de la cultura, las experiencias pasadas, las creencias personales o el entorno social.
Las emociones secundarias son las consideraciones consientes, deliberadas, que se conservan de una persona o situación. Se presentan bajo formas de imágenes mentales organizadas en un proceso de pensamiento. A nivel no consiente, redes de la corteza prefrontal responden de manera automática e involuntaria a señales que surgen del procesamiento de las imágenes.
5.      Emociones en los niños: características
En el apartado anterior he detallado la cuestión los tipos de emociones. Sin perder de vista ese carácter innato, por un lado, y adquirido, por otro, deseamos hacer una reseña de la evolución y desarrollo de las emociones infantiles pues se encuentra en estrecha relación con la idea anterior.

Para Del Barrio (2005) las emociones infantiles cumplen un papel fundamental en la supervivencia del propio niño, ya que a través de ellas son capaces de mostrar y transmitir sus necesidades. Como se dice en Adam et al. (2003) en el ciclo de 0 a 3 años, las emociones se encuentran en su estado más natural, sincero y espontáneas (queda reflejada la idea de las emociones primarias y su carácter innato). No tienen suficiente experiencia y vivencia para influir en ellas falseándolas. Esta es la razón por la que se considera esta edad como la idónea para comenzar la educación emocional.
Según del Barrio (2005) las emociones infantiles, como todo en este mundo, tiene características especificas y diferentes a las de los demás, pues “son menos variadas, más intensas y más versátiles” (p. 43). Esto lleva a muchos autores a pensar en que la mejor manera de estudiarlo es a través de las expresiones faciales sin perder de vista que muchas veces va unida a estados fisiológicos desvinculados de las emociones. Y otros proponen fijase en aspectos que muestran emociones y que van cambiando y evolucionando a la par que la conducta infantil. Es cada vez más frecuente la idea de que las emociones básicas aparecen en los niños sin necesidad de que ellos sean conscientes de las mismas.
Educación socioemocional
Se apoyo de los planes y programas de APRENDIZAJES CLAVE PARA LA EDUCACIÓN INTEGRAL, del nivel de Educación Preescolar, especialmente en el Área de Desarrollo Personal y Social (Educación Socioemocional).
La Educación Socioemocional es un proceso de aprendizaje a través del cual los niños y los adolescentes trabajan e integran en su vida los conceptos, valores, actitudes y habilidades que les permiten comprender y manejar sus emociones, construir una identidad personal, mostrar atención y cuidado hacia los demás, colaborar, establecer relaciones positivas, tomar decisiones responsables y aprender a manejar situaciones retadoras, de manera constructiva y ética. Tiene como propósito que los estudiantes desarrollen y pongan en práctica herramientas fundamentales para generar un sentido de bienestar consigo mismos y hacia los demás, mediante experiencias, prácticas y rutinas asociadas a las actividades escolares; que comprendan y aprendan a lidiar de forma satisfactoria con los estados emocionales impulsivos o aflictivos, y que logren que su vida emocional y sus relaciones interpersonales sean una fuente de motivación y aprendizaje para alcanzar metas sustantivas y constructivas en la vida.

La Educación Socioemocional se apega al laicismo, ya que se fundamenta en hallazgos de las neurociencias y de las ciencias de la conducta, los cuales han permitido comprobar la influencia de las emociones en el comportamiento y la cognición del ser humano, particularmente en el aprendizaje. De ahí la necesidad de dedicar el tiempo necesario al aprendizaje y a la reflexión orientadora que favorezca el conocimiento de uno mismo, la autorregulación, el respeto hacia los demás, y la aceptación de la diversidad, ya que de ello depende la capacidad para valorar la democracia, la paz social y el estado de derecho.

Múltiples investigaciones demuestran que la Educación Socioemocional contribuye a que los estudiantes alcancen sus metas; establezcan relaciones sanas entre ellos, con su familia y comunidad; y mejoren su rendimiento académico. Se ha observado que este tipo de educación provee de herramientas que previenen conductas de riesgo y, a largo plazo, está asociada con el éxito profesional, la salud y la participación social. Además, propicia que los estudiantes consoliden un sentido sano de identidad y dirección; y favorece que tomen decisiones libremente y en congruencia con objetivos específicos y valores socioculturales.
Así pues, la Educación Socioemocional favorece al desarrollo del potencial humano, ya que provee los recursos internos para enfrentar las dificultades que pueden presentarse a lo largo de la vida, “contribuirá a la mejor convivencia humana, a fin de fortalecer el aprecio y respeto por la diversidad cultural, la dignidad de la persona, la integridad de la familia, la convicción del interés general de la sociedad, los ideales de fraternidad e igualdad de derechos de todos, evitando los privilegios de razas, de religión, de grupos, de sexos o de individuos”.


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